Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

31 mayo 2012

No sé en este momento expresar mis emociones, simplemente porque no sé cuáles tengo. Estoy perdida, más que nunca. Tengo esa molesta sensación de 'no puedo más' pero sigo con el corazón. La sensación de que me va a estallar la cabeza en cualquier momento, que mi corazón va a bombear tanta sangre que se desborda por los bordes de mi cuerpo. Sensación de no querer nada, de agobiarse con el mundo porque crees que no está hecho para una persona como yo. Estar bien y rebotar a la tristeza a kilómetros por hora, sin pasar siquiera por un estado de estabilidad allá arriba, en la alegría. Cada día me sorprendo más de las cosas que hay en esta vida. Hoy más que nunca le pido al destino que me cubra, aunque él poco puede hacer por mí, él sólo ve las cosas que están escritas y no las puede evitar, y eso me mata, que las cosas no se puedan cambiar, vivimos una vida que ya está predeterminada. La felicidad siempre se acaba.

27 mayo 2012

Es la primera vez en mucho tiempo que se puede ver el típico brillo centelleante rebotando en mis pupilas, deseoso de salir en forma de magia a cumplir cada deseo que aguarda en mis ojos. He rozado tantas veces la felicidad con las yemas de mis propios dedos sin poder alcanzarla que me abstengo de ilusión alguna. Prefiero pensar que siempre existirán los recuerdos, y aunque no sean como cuando fueron vividos, es al menos un consuelo para la memoria. Y por ello, disfruto lo que estoy viviendo, sin pensar siquiera si mañana cambiará la situación, porque las mejores cosas en la vida son improvisadas, vividas y no pensadas. Podéis envidiarme porque ahora sea feliz, o no hacerlo porque tal vez mañana no lo sea.

21 mayo 2012

La realidad pierde el sentido cuando las contradicciones parecen correctas, cuando te duele algo que no sabes por qué te mata. Cuando creía que era el fin porque no tenía ganas de querer plasmar el mundo en una hoja, o porque no veía calvas grises en el fondo negro. Hice mil intentos, rechacé cientos de oportunidades que me brindaba con gusto alguna fuerza superior, todo lo dejé ir para estar atada a un sentimiento que jamás me llevó a ningún lado, sólo al infierno de las caricias sin respuesta, al lugar donde sólo van los masoquistas, sentimiento que me ancló para siempre en una vorágine de oscuridad que me arrastraba hacia su abismo inferior dejando atrás la luz de toda esperanza en lo que antes era mi vida. Ahora quizás puede llamarse vida, o quizás no. Lo más cercano que estuve de la felicidad, las ocasiones que tuve de estar más próxima, solamente hicieron coincidir alguna de sus vocales, con mi nombre, quebraderos de aliento.

19 mayo 2012

Llevaba muchísimo tiempo queriendo escribir sobre algo, que ahora mismo intentaré plasmar.
Ayer, o cualquier otro día, yendo en el metro, pensé en demasiadas cosas a la vez, quizá por aburrimiento quizá porque es el mejor lugar para hacerlo. Yo ahí sentada con mi música, y mientras tanto, pasan por delante de mis ojos cientos de vidas distintas. Mis pupilas ven ocurrir mil situaciones. Detrás de cada mirada hay una historia diferente. Tú te plantas allí con un destino claro, todos lo hacen, y cada uno va con ideas muy diversas en la cabeza, y la mayoría también en el corazón. A veces, observas a gente que tan sólo está en el metro por el mero hecho de conseguir algo de dinero para comer, y nosotros vamos con problemas en el pensamiento mirando con asco a la vida sin darnos cuenta hasta que lo vemos, que son problemas insignificantes. Si tenemos el privilegio de poder pagarnos un billete para ir a algún sitio ansiado, para ver a alguien querido o por simple gusto, tan sólo por eso, deberíamos estar felices. Nos sentimos quizá ridículos cuando corremos hacia el vagón y éste se va sin nosotros. Pero sabéis qué, el destino lo ha querido así por algo, estad seguros de que si consideráis como algo malo perder un tren es porque después, muy pronto, pasará algo bueno. Parece ínfimo y desdeñable el hecho de perder un tren, que Dios sabe a dónde te lleva... pero, francamente hablando, siempre desencadena otro algo más importante, ¿no creéis? Mil cosas se me pasaban por la cabeza como un flash que inmortaliza recuerdos, ayer cuando viajaba en aquellos vagones, cosas que ahora no podría explicar detalladamente, pero algo habréis entendido de todo esto que ha salido de mis dedos y llega hasta vuestras córneas, algo pequeño que quizá haga que penséis a la hora de coger un tren.

15 mayo 2012

¿Vosotros habéis tenido alguna vez una contradicción de día? Ya sabía que se podía pasar de la cumbre a la miseria, pero hasta el otro día, no supe realmente que se podía pasar de lo más hondo al éxtasis. Cuando crees que nada puede ir peor quizá alguien por fin te escucha y se desvive por tus plegarias. Yo le recé al destino, aquello tan sabio y ficticio para muchos, inhalé y exhalé con una rapidez inaudita y de repente, ya nada existía, mi sufrimiento había perecido sin ninguna intención de regresar a mí. Sentí que en un intervalo de cinco minutos me moría de felicidad, que en un intervalo de sólo unos minutos era capaz de todo. No busco que nadie me entienda, es más, busco que digan que padezco de locura, pero lo prefiero así, porque soy feliz gracias a mí, no gracias a nadie.

12 mayo 2012

No sé si he hecho bien o mal, pero lo he hecho con el corazón así que ni me planteo que puede estar mal. ¿Por qué somos así? No quiero plantearme futuros ni escapatorias. Sigue siendo absurdo que me veas hecha un brote de lágrimas y continúes dudando si de verdad merezco la pena. Escribo lo que se desliza por mi mente, a veces incluso escribo lo que llega en forma de flash a las profundidades de mi alma, surcando los mares de mi sangre. Pero yo estaba hablando de ti, eres alguien con quien sólo se puede estar un rato. Alguien un día me dijo, amaría estar con una persona que cada día me escribiera lo que tú le escribes a él. Jamás lo apreciaste, nada en realidad te agradaba. Tan sólo a ratos te deslumbraban las carreteras de mi cuerpo, curvas infinitas que invitaban a ser conducidas por alguien como tú. En realidad, tan sólo dejaba que tú me rozaras, y cataras mis labios con el ímpetu con el que me llegaban las estocadas de tu aliento siempre que entrabas en mí.

07 mayo 2012

Vosotros os creéis que llamándome 'muñeca' caeré rendida a vuestros pies. Que tratándome bien a ratos querré estar con vosotros sólo porque me agrada la dificultad. Creéis que haciéndome sufrir disfrutaré más los gratos momentos juntos. Podéis creer que me rendiré ante un ramo de flores, ante un obsequio de valor elevado, o a chocolate quizá. Creéis ingenuos, que prefiero echar un polvo en cualquier lugar y codearme después con mis allegados. ¿Pero sabéis qué? Las cosas cambian. Soy yo la que puedo llamaros 'nene', la que os puedo tratar con cierto desprecio y usaros para mi beneficio, que os puedo tirar un ramo de flores a la cara o simplemente gozaros cuando mis sentidos tengan el gusto. Suena un tanto obsceno, pero sin embargo, sabéis la diferencia... que yo no sería capaz nunca de hacer cosas así, sin sentirlas.



05 mayo 2012

Yo era normal, normal hasta que te encontré. Normal de decir, basta de formalidades y hagamos locuras. Yo era una persona totalmente sobria, hasta que te encontré y el whisky se convirtió en lo que corría por mis venas. Yo era alguien estable y constante, pero te encontré y experimenté la bipolaridad. Una persona soñadora era hasta que un día te encontré y las ideas que hacían de mis ojos luciérnagas, fueron locuras convertidas en realidad. Yo era normal, normal de decir basta de formalidades y hagamos locuras. Nunca decía querer, contigo dije amar. Contigo no bailaba, volaba; no sabía cosas, lo sabía todo; no deseaba, me moría del placer. Y la verdad es que me querías, y en ocasiones yo también te quería.