Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

02 septiembre 2011

EME

Date cuenta de la vida, cada día aprendes algo nuevo.
Hoy he aprendido que lo que nunca tiene que acabar no acabará por más obstáculos que haya. ¿Sabes lo que me sorprendió hoy? una nueva lección. Lección veinte millones cuatrocientas mil; te puedo notar. Y ésta complementa a las otras, a la veinte millones trescientas noventa y nueve; tu olor es la gloria. O la veinte millones trescientas noventa y ocho; echarte de menos cada día me hace más daño. O la veinte millones trescientos noventa y siete; aún sigo poniendome nerviosa cuando voy a verte. Ya hace mucho que escribo pero sabes, esta va a ser la última vez, la última lección, porque lo demás lo escribiremos juntos. La  última es diferente a las demás, es una pregunta, es la veinte millones cuatrocientas uno; ¿Cómo sé lo increíble que es esto? Porque cuando estoy contigo veo una casa, unos niños, un futuro, viajes, felicidad, miles de crisis, pero siempre veo nuestras manos juntas. Y eso me pasa siempre que estoy contigo.