Llevaba un caballero por octubre,
la luna a cuestas sin más equipaje,
pues no hay sol más lúgubre
que un sol sin su luna de traje.
Destinos hacia un parque
verde como esas dos locuras,
buenas noches quiero darte,
mas en mi cama serían tu cura.
Diciembre, mes para tristes,
apóptosis progresivo,
tu camisa en mis hombros si insistes,
imagina no habernos vivido.
Hagamos arte.
Tomaré tus andares, toma mis pesares,
lluéveme a mares, silencio y no pares.
Piel que arde.
Buenos días quince veces,
me sobra toda cerveza,
te veo y ni apareces
pues contigo tuve la certeza.
El poema a medias, las medias por el suelo,
la impotencia acecha con sus rojos pintados.
Desvestirte como consuelo
y la distancia en todos lados.
Orgamos de relaciones textuales,
tu marrón miel en los labios,
Y en vena, dosis mortales.
Tuya, borracha de Larios.
Alquilar un mordisco en tu cuello,
tiempo de vernos,
alimentarnos de ello,
prohibido movernos.
Escribir versos sin acabar,
muriéndome en tus costillas.
Cariño, déjame de matar,
báilame a pastillas.
Invierno en las cortinas,
verano en las ganas,
primavera en tus ojos,
y siempre otoño en el corazón.
Estoy a punto de morir por la belleza de este poema. Cuesta ponerse en pié después de haber leído algo así.
ResponderEliminarSi lo has escrito tú, tienes demasiado talento como para no felicitarte.
Te sigo.
http://www.azucarycenizas.blogspot.com.es
¡Muchísimas gracias! :')
Eliminarsí, por suerte o por desgracia, lo he escrito yo. Aunque dar felicitaciones por algo que amas hacer está de más, ¿no?
Ahora me paso por el tuyo :)