Todo cambia cuando se ve la vida pasar en décimas de segundo por un par de retinas, ves que todo acaba y sin embargo siempre hay un ángel de la guarda, alguien que está destinado a estar a tu lado que te salva la vida y que gracias a los acontecimientos, consigue valorar lo que casi pierde. Es en ese momento cuando piensas que todo se ha transformado y nada será igual, ya no volveremos a ser niños de quince años que no saben lo que quieren. Porque puedo haber perdido demasiado, pero no te he perdido a ti, y por eso estoy feliz.