Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

24 junio 2012

Los días que me vas a faltar... estoy muy acostumbrada a ello, pero sé que lo pasaré en medio de tormentas, quizá en los últimos días casi me ahogue con mis propios llantos, desconsolados y llenos de distancia, voceando gritos de dolor. No te recordaré, ni te echaré de menos, ni siquiera te escribiré cada día contándote qué he hecho. Todo eso estará de más. El día que te vayas me he prometido a mi misma que ni siquiera sentiré tristeza. Como mucho algún día se me escapará alguna lágrima furtiva, cristalina y sin fondo recordando los días llenos de momentos dignos de recordar a tu lado. Nada me importa verdaderamente, cambié, y también me prometí, de hecho me juré que jamás volvería a pensar, que sería vitalidad y optimismo, que viviría el presente sin pensar en las consecuencias que conllevan mis actos. Vivir sin atormentarse por nada más que no sea disfrutar. Quizá ese método me encierre en algún tipo de felicidad artificial, quién sabe, quizá sea un tipo de felicidad más sincera. Descubrí que vivir preocupada de todo detalle por mínimo que sea, amarga a cualquiera.

19 junio 2012

Tenemos las cosas predeterminadas cuando de repente llega algo de improvisto que nos modifica todos los planes. Yo jamás planeé enamorarme así, de esta manera, de sacarse los ojos cuando me cabreo, de tocar el cielo cuando estoy feliz. Yo no tenía planeado sacar mi lado bueno cuando me suplicas con los ojos un abrazo celestial. Yo jamás pensé que podría sentirlo todo a la vez. Pensaba tal vez que las cosas serían de otra manera pero la vida sigue su curso, nos cambia de planes constantemente, y algo que jamás pensábamos que nos iba a pasar un día pasa, algo se acciona, y sabes que nunca más vas a estar enamorado de esa manera.

16 junio 2012

 'Antes de abrir la última carta lee todas las demás'  Me sorprendía todo lo que aquel chico me conocía cuando había estado tan poco tiempo conmigo.

'Si estás leyendo esto quizá sea porque has decidido volver al origen de nuestra historia, o quizá porque han pasado tantos años que el destino se ha cansado de guardar tu espera y ha acabado con mi vida. En cualquiera de los dos casos, observa con atención la roca en la que solíamos sentarnos a contemplar el mar. No abras la próxima carta sin haber tenido éxito en tu búsqueda' 

Helada por el viento que corría, frío como el último suspiro de una persona antes de fallecer, observé atentamente aquella roca llena de recuerdos. Por un lado, por otro. Finalmente logré encontrar una especie pergamino, deteriorado por la naturaleza. Al abrirlo leí.

 'Si estás aquí...'.

Abrí la segunda carta.

'Siento molestarte en buscar algo que podría haberte escrito en una de estas cartas, pero yo no tengo una manera de hacer las cosas, sino varias, las más inusitadas posibles, ya lo sabes. Dicho esto, camina hacia aquel barranco que verás si ahora mismo levantas levemente la cabeza hacia delante, esa adornada por pintalabios caoba (¿me equivoco?). Busca allí otro detalle peculiar'

Me sorprendía más a cada cosa que decía. Me dirigí hacia el barranco que me indicaban aquella letras, volé como el viento, la curiosidad, la ilusión y una mezcla de un millón más de sensaciones que serían imposibles de identificar me habían llenado el corazón, lo rebosaban de vida. 

'...es porque en ocasiones me has echado de menos, hasta que algo ha podido contigo...' leía en el siguiente pergamino. 
Cada vez sentía más presión en el pecho, yo ya no era una chica, era un corazón que latía.

'¡Has llegado a la tercera carta! Tu curiosidad se halla en donde has estado por primera vez'

¿Por primera vez? Si no conseguía descubrir qué quería decirme con aquellas palabras le habré perdido para siempre. El agua salada del mar golpeaba mis piernas, rebotaba relajando mis pensamientos, abrió mi imaginación, y de repente me golpeó tan fuerte que me di cuenta de que tenía que reaccionar. ¡La casa de su abuela! pensé. Corrí casi sin aliento, sin fuerzas aparentes, descalza por las calles de piedra maciza, con los pies mojados sobre el arcén, ensuciándose de la vida de aquel pueblo. Ella me abrió la puerta sonriendo.
- Toma, te lo mereces.
Abrí el que parecía el último pergamino que tendría que leer, el dorado,  el que me llevaría hasta el final del enigma que me había atrapado durante horas.

'... si ese algo es amor, continúa, búscame. Sin embargo, si tan sólo quieres verme por gusto, por retomar una amistad, o por curiosidad, vuelve a tu hogar y no salgas. No soportaría tener que perderte una segunda vez. Te estaré esperando'

¿Cómo algo que había sido abandonado durante más de diez años no se había desvanecido? Averigüé que vivía en una casa en las afueras de Andorra, donde se había ido a evadirse del mundo tras desistir de cualquier esperanza de volver a verme. Cogí el primer tren que encontré, por primera vez las vías me unirían a él y no me alejarían de su calor. Una hora interminable, había sido el día más apasionante de toda mi vida y aún estaba por llegar lo más maravilloso que podría pasarme. Su abuela me dio la dirección exacta 
de aquel lugar perdido de la mano de dios. Caminé y caminé y caminé hasta divisar una casa, aparentemente moderna y vanguardista, aunque con un aire neoclásico en la entrada, algo inaudito. Era una casa señorial y bien montada, y pensé extrañada que quizá no era la que estaba buscando, pero coincidía con la dirección. Llamé a la puerta, muerta del agotamiento, presa de los recuerdos que me pasaban por la cabeza a modo de flash en milésimas de segundo, temblando por destrozar lo que era mi actual vida en un segundo, aunque lo 
pensé y en realidad no era un segundo, eran más de diez años lo que cambiaría mi vida. Me abrieron la puerta aquellos ojos azules inimitables allá donde los haya y me abalancé sin pensármelo a abrazarle el resto de mis días, quería tenerle conmigo y sólo conmigo.

- Al final, sentiste amor.
- ¡Te quiero!

Desde aquel día toda mi vida volvió a su cauce, porque sin él jamás había estado yendo por el camino correcto. De repente empezó a coincidir todo como las piezas del tetris, del que iba a ser mi marido, no sé demasiado, ya que dejé de tener contacto con él cuando decidí marcharme de Madrid y comenzar una nueva vida con Pablo en aquella casa, expresamente construida para mí. Nunca estuvo en mis planes enamorarme, pero me enamoré, como una idiota y sin medida. Y él yo creo que a veces también me quería, en realidad nunca hizo otra cosa que no fuera quererme... Cuando dos personas tienden a estar juntas, aunque se odien, aunque discutan, aunque se ignoren, si el destino ha escrito que deben estar unidos jamás nadie podrá cambiar eso, y yo pienso que el caprichoso destino quiso que los suspiros de Pablo fueran sólo míos, hasta que dejase de emitirlos.

12 junio 2012

Hay días que me apetece tirar la casa por la ventana. Distraerme sin las obligaciones. Hoy es uno de esos días. En los que quizá podría sacarme un billete de ida y vuelta a algún sitio, escaparme sin maletas, nada más que con la locura a bordo. Decidme, si no es maravilloso un beso, de esos infinitos que calientan el alma, que rompen el freno de la coherencia. Cuando llueve y me mojo las gotas me recuerdan a sus dedos acariciando mi piel, marchita, carente de vida. Esta noche prométeme que me vas a llevar al paraíso, allí donde los locos van sin que nadie se entere, ¡somos jóvenes! Bebámonos las estrellas con pajita para estar hechos de lo mismo. Démosle rumbo al viajero que deambula por los horizontes de tus ojos. Esta noche júrame el cielo, júrame hacer el amor en las nubes, tumbados en la voluminosidad de aquel algodón aterciopelado, provocando tormentas en el éxtasis del placer. Truenos sonaron el día que me intentaste dejar marchar, pero querido, Destino quiere que todas y cada una de las noches de tu vida las pases con el traspiés de mi melodía atravesando tus oídos, y eso ¿quién lo va a cambiar?, ¿tú? no cariño, lo siento pero no, me tendrás que mirar hasta que cierres los ojos para siempre.

07 junio 2012

Lo bonito del amor es que no es producto de ningún cálculo. Dos personas enamoradas forman un universo cerrado en el que nada puede inmiscuirse, y eso es lo más maravilloso de todo. Ya puede fallar el planeta Tierra, que el planeta de dos enamorados nunca falla, si de verdad es amor jamás se acaba. Es como una droga, entras en un círculo cerrado donde todos los caminos tienen como meta los confines de su cuerpo donde puedes perderte y volverte a encontrar. Esa sensación de estar elevada respecto a los demás, de no vivir en el mismo mundo, de vivir en vez de pensar, de quererlo todo a la vez. El amor verdadero es como los fantasmas, todos saben lo que es pero pocos lo han visto. Me siento tan infinitamente pequeña frente a todo lo que puede levantar ese sentimiento. Desata guerras, las arregla, hace que los humanos vuelen, dispara la imaginación, aviva la originalidad, despierta la felicidad, y sobretodo el amor nos fortalece, nos hace casi inmunes al dolor después de haberlo conocido. Un sentimiento tiene un valor incalculable, imposible de imaginar diría yo.

05 junio 2012

Si quieres arrebatarme la inocencia, prenderme de ardiente fuego, surcar los mares de mis cabellos, correr por mi erizada piel, morder mi delicado cuello, morir con el trote de mis caderas, resguardarte entre mis piernas, alimentarte de mis suspiros, oír mis gemidos cargados de palabras, sentir todo lo que fue mío, ver mi capacidad de seducción, observar mi sed de travesura, conocer mi lado más femenino, gozar de tener máximo contacto, disfrutar de lo increíble, guardar lo inolvidable en la memoria de tus retinas, desgarrarte la garganta, sudar de placer y estar conmigo, sólo ÁMAME.

03 junio 2012

Teniendo que hacer un millón y medio de cosas, he sentido la necesidad de escribir, y eso es sagrado.
Muchas veces no he sabido qué hacer, pero siempre he tenido que tomar decisiones, decisiones improvisadas, con intento de ser pensadas sin éxito. ¿Era lo correcto? No lo sé. ¿Qué hubiese pasado si hubiese pensado las cosas? Qué voy a saber. Estoy acorralada, sin saber muy bien por dónde caminar, hacia dónde, y con quién. No sé cómo hacerlo, vivo el momento sin pensar en nada más, aunque sepa qué es lo correcto y lo que no. ¿Y qué si hago lo incorrecto? Es lo que yo he querido hacer, y no hay más. Mi vida está regida principalmente por mi corazón, no por mi cabeza. Escuchar a los dos es un tormento, parecen el día y la noche, se pelean como un perro y un gato. Se llevan fatal, no se entienden entre ellos, sólo les importa lo que piensan y no lo que yo piense, porque yo no puedo pensar, ya no puedo. Nadie puede socorrerme, es tiempo de salir ahí a buscarme la vida sola, de tomar un camino y no mirar atrás, tomar decisiones a largo plazo, y ser egoísta.