Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

10 junio 2013

Fuguémonos a noches sin estrellas, que te envidian según pasas. Peléate con ellas, que tú eres más bonito, y bébete sus eternas vidas con pajita, no dejes ni una gota de sueños. Aunque sólo son sueños los que acaban en tu cama.
Cuando nos abrimos con los ojos, a tientas trato de errar en aquel interior para que no seas tan perfecto que te me escapes de las manos. Desde que me tocaste te considero poema de uso personal, que ni la brisa te toque.
¿Nunca te preguntaste por qué no te hice pedazos? porque siempre lo consigo. Y tú eres diferente. No quiero que veas los vestigios de todos los duelos que ha batido mi alma, no quiero que los metas en un recogedor y te los tragues para empatizar con los cristales rotos. Si pudiera ser la misma de antes sólo cambiaría mis ojos hinchados por tus cafés de por la mañana.

03 junio 2013

Al quince con Benedetti.

Pasa que paso
tu rostro
por mis huellas dactilares,
quince.

Pasa que paso
la vida viendo
cómo errarte,
quince.

Pasa que paso
mi vista por ese andar,
quince, mi resaca de domingos,
mi locura de lunes.

Pasa que paso
este viaje pasando
mi caminar por el vagón
que nos separa, quince.

Pasa que paso
llevando mis ideas
por el mundo hasta
que se pasan, quince.

Pasa que paso
pasando mis manos
por tu región más celestial,
quince.

Pasa que pasó
las distancia colgada de ti
cuando a mi ya me habías
ahorcado, quince.

Pasa que pasó
que no me echaras de menos,
mas muérete de ello
si insistes, quince.

Pasa que pasó
rápido ese otoño, quince,
hojas del Retiro
en tus ojos.

Pasa que paso
de verte ahí tirado,
ven desde otro cielo,
no me dejes sola, quince.

Pasa que pasó
un paréntesis
y nos atrapó
en mitad del texto, quince.

Pasa que paso
de recuperar la eupepsia
con cualquiera
cuando te marches, quince.

Pasa que paso
de recorrer, solitaria,
España en moto, sin ti,
quince.

Pasa que pasó
un qué sé yo entre los dos
y si no vas a ser eviterno,
mejor márchate, quince.

01 junio 2013

Quizá hemos aprendido que en un metro cuadrado sobra espacio, 
y que la lluvia no está tan mal si vas de charco en charco.

Quizá hemos observado que las vistas son mejores
desde la espalda de quien te hace el amor.

Quizá hemos bailado canciones que jamás podremos traducir.
Incluso versos que siempre supimos escribir.

Quizá hemos volado con brisas procedentes
del último hálito de alguien especial.

Quizá un ojalá haya descarrilado por tus clavículas
y vaya en dirección mi cama por la calle de la nada.

Quizá la vida se haya quemado y esté echando humo.
Desde un cenicero, o desde ti, que ardías pensando en mis bragas.

Quizá nos hemos confundido de barca, cariño,
y esta sólo improvise nuestros epitafios por el camino.

Quizá quisiste intentarme y acabaste haciéndome.
Cosas de la muerte y sus maneras de matar.

Quizá la salida de emergencia que cogimos,
sólo era el comienzo de otro incendio.

Quizá hemos desdibujado los quizás y
hemos preferido depender del sexo
que de las dudas.