Inevitablemente ocurre
04 agosto 2015
cuántas se me ha antojado el veneno,
cuántas me he dejado la vida,
cuántas he hecho cosas a medias.
Me gustaría que no murieses
en cada antojo mío;
que no lloraras con mi desvarío,
tan absurdo como genuino.
Vuelve, mas escucha:
ten cuidado,
pues los cuchillos más afilados
aguardan en la bruma de mi pelo.
He buscado y no he hallado,
he bebido y me he drogado,
he querido y he detestado,
he caído y me han levantado.
Quisiera que supieras
cómo nunca pudo ningún cuerpo
estremecer los jirones de mi alma,
porque sólo a ti te sé de memoria.
Me gustaría que vieras cómo lo intentan,
una,
dos,
y hasta tres veces,
sin éxito más allá de tenerme una luna.
Todos querían verme desnuda, y ninguno me observaba vistiéndome.
Entonces entendí, que todos los hombres de la faz de la Tierra,
tenían un gran e ineludible defecto:
no eran tú.
06 mayo 2015
mientras suene una canción en el aire,
aunque tú te hayas ido,
aunque yo sea un don nadie.
Cuando respiren todos hondo,
cuando ya ningún ser suspire,
haremos del mundo un furibundo,
haremos del mundo un desaire.
Mientras haya donde morir,
mientras nos quede el recuerdo,
aunque tú me quieras herir,
aunque yo no esté cuerdo.
Cuando todos vivan por mí,
cuando ya no te pierdo,
haremos del baile un cerrar de ojos y abrir,
haremos del baile un ruego.
Mientras quede tu odio,
mientras me quemen tus luceros,
aunque tú seas un jodido episodio,
aunque me quemes entero.
Cuando me llames repudio,
cuando te calles primero,
haremos de la vida un podio,
haremos de la vida un pañuelo.
Mientras haya cerveza,
mientras el amor no crezca,
aunque tú no quieras que me parezca,
aunque yo quiera que desaparezcas.
Cuando me estalle la cabeza,
cuando tenga la certeza:
es ella,
lo es,
es ella.
08 abril 2015
"No nos teníamos,
no nos debíamos nada".
(Y así es como comienzan siempre las grandes historias)
Me he puesto a escribir, así que sería conveniente que ya comenzaras a temblar; si escribo es porque te me escapas,
y si te me escapas,
a lo mejor no vivo.
-sobrevive si puedes-
Porque yo no puedo vivir si me matas,
ni andar si te mueres,
porque si mueres ya no vivo.
Las rosas no sienten,
tienen espinas,
muchas penas,
que matan, que hieren.
-y yo, soy una rosa-
Una rosa negra,
marchitada.
En busca de un rosal,
lozano y puro,
al que quitarle las espinas.
-para clavármelas yo-
Si me he convertido en lo que odiaba,
si ya no soy la actriz de reparto,
si lo que me apetece lo hago,
un poco he cambiado.
Mas si te venero en las noches,
si te miro hasta la desesperación,
si te vomito toda mi altivez,
un poco te quiero.
(Pero nunca olvides que para ti puedo ser la protagonista, pero para mí serás el eterno sujeto elíptico)
08 diciembre 2014
17 noviembre 2014
22 octubre 2014
Si me llamara guerra,
habría ganado todas las batallas habidas.
Batallas en las que,
más vale el perdedor por ganador
que el mismo por perdedor.
Perdedor aquel que no ve cada día cómo te vas.
Así como te has ido puedes volver,
aun sabiendo que no volverás.
Porque volver es tropezar día sí
y día también con mi puta boca.
Boca carente de sentido si no te suspira,
apóptosis de domingo para cualquiera;
menos para ti.
Para ti, que revivías según te mordía
aunque fuera la peor muerte.
Muerte de luna,
que mil y una noches cubría esta ruina.
Ruinas desatadas
cuando rozábamos la voluptuosidad de la cama.
La cama, el centro de nuestra vida;
mi vida.
Mi vida, colmada hasta el tope
o mi vida colmada hasta el tope.
Hasta el tope de la puerta de ese hotel,
ojos de tigre.
Ojos como de tigre
se avecinaron contra mí.
Contra mí fue siempre el mundo.
En un mundo lleno de injusticias,
olvidé,
que la mayor injusticia la cometí yo.
Y lo siento.