Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

26 diciembre 2013

Al amanecer del cuarto día,
tan sola desperté,
tan con pie izquierdo me levanté,
que aumentó mi agonía.

Mas feliz me hallo
ya que contigo iré,
pronto viajaré
y reiré más de lo que callo.

Ruego tu llegada,
tus pupilas por mis enredos,
tus manos por mis sendos
caminos de madrugada.

Día cuatro de relaciones a distancia.

Seis han sido las veces que me ha sacado de mis costillas, aposta, para hacerme el amor sin remordimientos.
Cinco, las veces que lo que no me ha matado me ha bebido hasta la embriaguez.
Cuatro han sido las veces que Madrid se ha movido mientras me escondía detrás de un alejandrino.
Tres, las veces en las que del dicho al hecho ha habido más de un trecho, más de un polvo y más de un Lambrusco.
Dos han sido las veces que un mal ha durado cien minutos, sin sexo, tan eviternos como fugaces.
Una, la vez que me has dicho te quiero con rostro de verdad sin cruzar los dedos.

Y ningún oído sordo a palabras necias.

13 diciembre 2013

Increíble, una brutalidad de ser sacudido por cien plagas de decepción, la personificación del pesimismo.
¿Dónde estás? 
Que el batir de la vida ha metamorfoseado toda luz en ti y reconvertido tus jugos en petróleo. Dónde está el tintitneo de la risa que hacía eco en la cabeza de Bécquer y dónde la inspiración de Salinas. Has hecho de la realidad un "puedo escribir los versos más tristes esta noche" horrorizando al propio Neruda.
No dejas respirar, ya no cantas. Ya no alivias, no salvas.
¿Dónde estás? 
Vuelve con las lilas en la mano derecha contrastadas con un arma de fuego en la izquierda. Más como plegaria que como favor, vuelve. Cierra la puerta y deja entrar a las golondrinas al salón, nuestro salón. Ruego que te vayas si conmigo no te mantienes en pie.

Aunque tú -alma en pena-
y yo -pájaro en jaula-
sabemos que ni te voy a pedir que te vayas,
ni vas a irte capaz, por consiguiente, de ser sin mi excepción.