Día cuatro de relaciones a distancia.
Seis han sido las veces que me ha sacado de mis costillas, aposta, para hacerme el amor sin remordimientos.
Cinco, las veces que lo que no me ha matado me ha bebido hasta la embriaguez.
Cuatro han sido las veces que Madrid se ha movido mientras me escondía detrás de un alejandrino.
Tres, las veces en las que del dicho al hecho ha habido más de un trecho, más de un polvo y más de un Lambrusco.
Dos han sido las veces que un mal ha durado cien minutos, sin sexo, tan eviternos como fugaces.
Una, la vez que me has dicho te quiero con rostro de verdad sin cruzar los dedos.
Y ningún oído sordo a palabras necias.
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