Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

26 diciembre 2013

Al amanecer del cuarto día,
tan sola desperté,
tan con pie izquierdo me levanté,
que aumentó mi agonía.

Mas feliz me hallo
ya que contigo iré,
pronto viajaré
y reiré más de lo que callo.

Ruego tu llegada,
tus pupilas por mis enredos,
tus manos por mis sendos
caminos de madrugada.

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