Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

19 noviembre 2013

Aún es domingo, habitación 212.
La ventana está abierta por si entra el otoño. No sé desde dónde escribo ni qué hago aquí.
El chirrido del ascensor me hace pensar que la visita es para mí. Una puerta de las de antaño te abre el paso y apareces. Te sientas al filo de la cama y hago el amago de sujetarte como si fueras a descolgarte de la vida. Traes mermelada y se me resiste. Bromeas 'tú no te resististe anoche'. La abres y me pregunto cuántos botes de mermelada más harán falta para entender que no puedo estar sola. Nos miramos mediocres, como dos enfrentados en guerra que aún no conformes con la victoria, con su último hálito, buscan derrotarse en la cama. Y van horas, muchas horas, sonrojadas por el tic-tac del reloj de encima de nuestra ropa. Me acaricia y escupe palabras incomprensibles, intrincadas, incoherentes. Creo que me quería, o algo parecido a no tener que pensar. Me pintaba en las paredes y versaba en las puertas con la intención de irse sin pagar. Todo era una mierda o es que me gustaba demasiado.
Hoy me he levantado con un 'pierde los labios en esa botella de champán, pago yo'.

No estaba. Se había ido con todo manchado de mí.
Y aún no cabe en mi certeza entender, quién es ese que me trajo la mermelada.
Pero deberíamos estar follando.

10 noviembre 2013

Tal vez nos hemos precipitado,
quizá era tarde cuando ya tenía estriado el corazón,
protagonista de mil batallas
en las que poco ha salido vencedor.
Aquel día, Madrid estaba de un gris abstruso 
y aun así me besabas un pulmón, 
y qué respirar tan bonito.
No deberíamos estar juntos, 
te destrozaré como hicieron conmigo,
porque en la vida se da lo que se recibe, 
dicen.
Esto no será bueno para ninguno,
ya que un bello prematuro
y una cruel bestia 
nunca han sido fáciles de casar.
Y es tan cruda la realidad en la que, 
desafortunadamente o no, nos encontramos, 
que se me atraganta en el esófago tanto humo
imposible de digerir.
Tenemos que finalizar esta grandeza juntos 
y tomar caminos distintos...

...distintos
sin saber que el mundo es redondo,
y por mucho que algún día demos un estrepitoso paso, 
por muy escarpado que esté el suelo, 
no nos separa ni el destino que nos unió.

03 noviembre 2013

El mate de la realidad contrasta con el brillo de sus alas blancas, blanquísimas, que rompen el viento con cada vuelo. Ningún viaje lo hace en vano, siempre tiene donde hacer verso las penas. Tal es su influencia que, cuando no despierta, el cielo llora como nunca, dejando en las calles un cruel hedor del que nadie escapa.
Si la soga amaga ahogarme, acude, la rompe y se queda. Si no viniera, ¡ay si no viniera!
Con sus blancuras, sus mejillas pasión, el batir de alas de fondo y la esperanza en la yema de cada uno de sus dedos. ¡Ay si no apareciera!
Si falta el aire él nos lo respira. Si faltamos nosotros él nos da a luz. ¡Ay si no estuviese!
Y es que si viene, sin alas no sirve. Y si pierde el ángel las alas, ¡qué no pasa si las pierde! Ya no quedará esplendor en la hierba.