Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

15 mayo 2012

¿Vosotros habéis tenido alguna vez una contradicción de día? Ya sabía que se podía pasar de la cumbre a la miseria, pero hasta el otro día, no supe realmente que se podía pasar de lo más hondo al éxtasis. Cuando crees que nada puede ir peor quizá alguien por fin te escucha y se desvive por tus plegarias. Yo le recé al destino, aquello tan sabio y ficticio para muchos, inhalé y exhalé con una rapidez inaudita y de repente, ya nada existía, mi sufrimiento había perecido sin ninguna intención de regresar a mí. Sentí que en un intervalo de cinco minutos me moría de felicidad, que en un intervalo de sólo unos minutos era capaz de todo. No busco que nadie me entienda, es más, busco que digan que padezco de locura, pero lo prefiero así, porque soy feliz gracias a mí, no gracias a nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario