Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

09 diciembre 2012

Llorar, lloro por ti. Lloro sangre porque el corazón ha reventado. ¿Qué quieres que te diga? si yo controlaba todo, el tiempo, el número de palabras que decía y vas y llegas tú con tu chupa de macarra a decirme cómo tengo que fumarme la vida. Desde hace días ya no tengo ganas de beber, sólo de necesitar tus 'eres tonta, chica'. ¿Desde cuándo te doy los buenos días en vez de consumir el primero de la mañana?. No saber lo que pasa, la vida al revés, pensar con los pies, contar hasta tres y tomar una decisión irrevocable. Cinco minutos sin un atardecer es demasiado, me vacía el interior llevándoselo consigo. Él siempre quiere más, y me lo pegó. Prefiero que me atraviese un tiro a verte en la vía de la estación marchándote, con esa mirada de 'desharía los pasos que he dado hasta aquí para romperte la boca de un mordisco'. Tanta impotencia nos mata, tanto dolor nos hunde. Pretendiendo no pretender nada fue la historia que me hizo perder hasta la sangre, se me han secado ya las venas y sólo tú corres por ellas, por el nudo que has creado tengo que tragar saliva, marcha al desenlace sin pausa ni medida. Por favor no digas nada, hace casi un centenar de días que no como, engullo sueños de material frágil, casi transparente. Sólo pienso en tirarme por las escaleras en las que te pude decir 'te quiero'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario