Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

20 julio 2012

Si me pienso mil veces las cosas, si me quedo callada, si medito antes de decirte algo, si voy a paso de caracol, es sola y únicamente porque mi objetivo es sorprenderte, por las mañanas, por las noches, al atardecer, con una bonita canción, con un gesto, con una agradable invitación. Si un hombre algún día pudiese darme todo lo que yo he dado y todo lo que me queda por dar, no tendré dudas y sabré que ese es el hombre que en la larga travesía va a estar cogido de mi mano, para siempre. Ese olor que no busca sorprender pero lo hace, porque es el perfume que llevo desde que nos conocimos, desde que por primera vez se sellaron nuestros labios. El cálido abrazo que no busca sorprender pero lo hace, tras lágrimas de completo sufrimiento, tras dudas, tras decisiones. Ese lo siento que no busca perdón, pero es perdonado, por sobreponer los momentos increíbles a los nefastos.

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