Así, con la soltura de quien lleva cien vidas vividas, me hizo el amor; mas me besó con la ineptitud del recién nacido que sólo sabe que ha venido al mundo para llorar.

13 diciembre 2011

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Son muchos ya los días que me despertado sabiendo que, aunque algo lejos, tengo a alguien que también me necesita a mi como yo a él. Y también, que me quiere, me corresponde, me cuida, me da todos los caprichos que yo deseara con sólo pedírselo con la mirada, me da todo de él, me ha vuelto loca, me elogia, me sorprende, me ilusiona, me trata con fragilidad, me tiene como la mejor y para él soy la primera en todo y sin dudarlo. Eso es algo que ningún oro del mundo podrá pagar nunca.

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